Tips Fiscales
Como Contador Público con ejercicio en Ciudad Valles, San Luis Potosí, me permito compartir un análisis sobre los recientes aranceles anunciados por el expresidente Donald Trump en su nueva campaña política, particularmente los aplicables a productos mexicanos a partir del 1° de agosto de 2025. Estas medidas incluyen un arancel general del 30 % a bienes de importación provenientes de México, así como uno específico del 17 % al tomate, lo que ha generado un impacto inmediato y potencialmente duradero en diversas ramas económicas.
Impacto en el mercado interno y externo
Desde una óptica económica y fiscal, estos aranceles representan un claro retroceso en los flujos comerciales entre México y Estados Unidos, lo cual incide en:
• Exportación agroalimentaria: El tomate, junto con otras hortalizas, es uno de los principales productos del sector agrícola de nuestra región huasteca. Esta medida arancelaria desincentiva la exportación al mercado estadounidense y pone presión sobre los precios internos, tanto al productor como al consumidor.
• Afectación industrial: Sectores estratégicos como el automotriz —con fuerte presencia en San Luis Potosí— y otros ramos manufactureros enfrentan ahora mayores costos para mantener su competitividad ante un socio comercial tan relevante. Esta situación puede ralentizar las cadenas de suministro, afectar la captación de inversión extranjera y alterar planes de expansión en toda la región Bajío.
• Tipo de cambio e inflación: El peso ha reaccionado con volatilidad ante el anuncio, lo que influye directamente en los precios de insumos importados. Como resultado, se espera un incremento inflacionario que podría presionar al Banco de México a modificar su política monetaria.
Efectos en la economía local: Ciudad Valles, S.L.P.
En lo local, los efectos se manifiestan con claridad:
• Agricultura y comercialización: El municipio de Ciudad Valles, con fuerte vocación agrícola, depende de la venta de productos frescos a intermediarios nacionales y, en menor medida, a exportadores. Cualquier restricción en ese canal encarece el proceso productivo y reduce márgenes de ganancia para los pequeños productores.
• Comercio y servicios: El encarecimiento de productos importados —tanto de maquinaria como de alimentos procesados— afecta a microempresarios y comerciantes locales, quienes operan con presupuestos ajustados. Se observa una disminución en la rotación de inventario y un freno en las decisiones de inversión a corto plazo.
• Incertidumbre fiscal y laboral: Esta coyuntura genera un entorno de cautela en las contrataciones, en la proyección de ingresos y en la presentación de presupuestos anuales tanto en el sector público como en el privado. La caída en exportaciones también podría reflejarse en menores ingresos tributarios y participación federal.
Reflexión final
Desde una perspectiva contable y financiera, estas decisiones unilaterales afectan no solo los grandes indicadores macroeconómicos, sino también la estabilidad de comunidades como la nuestra. Los efectos en el flujo de efectivo, en la rentabilidad de los negocios y en el empleo local son inmediatos y tangibles.
Es fundamental que las autoridades hacendarias, económicas y comerciales trabajen de forma coordinada para establecer estrategias de mitigación —diversificación de mercados, incentivos fiscales y financiamiento accesible— que protejan tanto a los productores como a los pequeños empresarios.
Como profesionales del área económica, debemos mantenernos informados, evaluar riesgos de corto y mediano plazo, y acompañar a nuestros clientes y entidades públicas con asesoría técnica que les permita tomar decisiones sólidas ante este escenario internacional cambiante.
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