La propuesta revela aspectos clave de su estructura, objetivos y desafíos. Este instrumento es esencial para la planeación financiera de México, con un enfoque en garantizar ingresos que permitan cumplir con los compromisos de gasto público. A continuación, se desglosan los puntos más relevantes:
1. Proyección de ingresos
La Ley estima un ingreso total de 9.3 billones de pesos, un récord histórico que refleja un crecimiento del 15% en comparación con el PIB proyectado. Este monto se distribuye así:
• Ingresos tributarios: 5.3 billones de pesos, representando más del 50% del total, principalmente a través del Impuesto Sobre la Renta (ISR), el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
• Cuotas de seguridad social: 603 mil millones de pesos, clave para fortalecer instituciones como el IMSS y el ISSSTE.
• Aprovechamientos y derechos: Alrededor de 360 mil millones de pesos, que incluyen ingresos por explotación de recursos naturales y permisos especiales.
2. Endeudamiento público
La Ley contempla un endeudamiento neto interno de 1.58 billones de pesos y externo de 15,500 millones de dólares. Estos recursos permitirán financiar programas estratégicos y compensar déficits presupuestarios. Sin embargo, el endeudamiento incrementa el peso del servicio de la deuda, lo que representa riesgos para la sostenibilidad fiscal a mediano plazo.
Críticas:
• La oposición ha señalado que el creciente endeudamiento reduce la capacidad del gobierno para maniobrar en escenarios de crisis económica.
• Se cuestiona que parte de estos recursos se destine principalmente al pago de intereses, dejando menos margen para inversiones productivas.
3. Apoyo a paraestatales
Se autorizan recursos significativos para Pemex y la CFE:
• Pemex: Endeudamiento interno de hasta 143 mil millones de pesos y externo de 5,512 millones de dólares.
• CFE: Endeudamiento interno de 10 mil millones de pesos y externo de 991 millones de dólares.
Estos apoyos buscan mantener operativas las empresas clave del sector energético. No obstante, generan inquietudes por su limitada eficiencia financiera y los desafíos estructurales que enfrentan ambas empresas.
4. Enfoque social
La Ley prioriza los programas sociales insignia del actual gobierno, como Sembrando Vida, Jóvenes Construyendo el Futuro y las pensiones para adultos mayores. Se busca consolidar el gasto social como herramienta para reducir desigualdades y estimular la economía desde la base.
5. Desafíos y riesgos
• Proyecciones optimistas: Expertos y oposición han señalado que las estimaciones de crecimiento económico y recaudación podrían no cumplirse debido a factores externos, como la incertidumbre global y la posible desaceleración económica de socios comerciales clave.
• Creciente deuda pública: Aunque la deuda aún es manejable en términos del PIB, el ritmo de endeudamiento es motivo de preocupación, especialmente si los ingresos fiscales proyectados no se materializan.
Conclusión
La Ley de Ingresos 2025 es ambiciosa y refleja una estrategia de continuidad para el actual gobierno, priorizando el gasto social y el apoyo a empresas públicas. Sin embargo, enfrenta críticas por su dependencia del endeudamiento y por basarse en supuestos macroeconómicos optimistas. Su éxito dependerá de la capacidad de la administración para ejecutar eficientemente los programas y gestionar los riesgos asociados al financiamiento externo y la deuda.